Desde hace tiempo, raro es el día que no aparece algún dato macroeconómico negativo, que se dan a conocer nuevas cifras de paro aún peores que las que había hasta la fecha, que los datos de consumo interno no se hunden más si cabe o que los recortes en políticas sociales no se acentúan.
Uno de los sectores más perjudicados por esta crisis económica que parece no tener fin es el de los menores de 25 años, con unas cifras de paro juvenil que superan el 50%. Los contratos en prácticas con sueldos miserables o directamente no remunerados están a la orden del día y desgraciadamente no da la sensación de que la situación vaya a mejorar a corto plazo, menos aún si atendemos a declaraciones como las del gobernador del Banco de España, que hace un par de semanas solicitó que se suprimiera el salario mínimo.
Pero que los jóvenes lo tengan muy difícil aquí no quiere decir que en otros lares las cosas no les puedan ir bien. Un buen ejemplo de ello son los becarios que contrata Google tras superar unas muy particulares y nada fáciles pruebas de entrada y que cobran de media casi 5.800 dólares mensuales. Una cuantía que llega hasta los 6.400 al mes para los estudiantes de ingeniería informática que son seleccionados para determinados puestos que el buscador considera de una importancia estratégica.
El caso de Google no es ni mucho menos único dentro de las empresas tecnológicas estadounidenses. Microsoft, por citar otra multinacional similar, paga más de 5.500 dólares mensuales de media a sus internos y llega a abonar hasta 7.000 a los que van a parar a los departamentos de I+D.
Unas cifras que se explican por la gran competencia que existe por atraer al talento y por conseguir que los estudiantes más brillantes de las universidades, aquellos que en el futuro serán los que con sus ideas e innovaciones marcarán el futuro del sector, aterricen en sus compañías.