El frenazo en el consumo que se está dando a escala global ha ocasionado que las ventas de teléfonos móviles hayan caído en picado. Los primeros en sentir las consecuencias fueron, meses atrás, los fabricantes de terminales de gama media y baja, pero, poco a poco, la lista de damnificados se ha ido ampliando hasta afectar al conjunto del sector, independientemente del perfil de cliente al que dirigen sus productos.
Tal es el caso de Apple, que no ha podido evitar que las ventas del iPhone disminuyan de manera ostensible durante el último trimestre del año aun a pesar de la afamada fidelidad y alto poder adquisitivo de una parte significativa de sus seguidores.
Y es que, según un informe que ha elaborado la firma de análisis mercados IDC, Apple ha vendido 72,3 millones de iPhones entre octubre y diciembre de 2022, lo que supone una bajada del 14,9% respecto al mismo periodo de 2021, cuando distribuyó 85 millones de unidades.
Samsung y Oppo han experimentado descensos similares y se han dejado un 15,6% y un 15,9% respectivamente de un año a otro. Peor le han ido las cosas a Vivo, que ha perdido un 18,9% de sus ventas y, especialmente, a Xiaomi, que ha caído un 26,3%.
En el transcurso del último trimestre, los fabricantes han vendido un 18,3% menos de terminales que un año atrás. Tal y como sucediese el año pasado por estas mismas fechas, Apple ha sido la compañía que más unidades ha comercializado durante ese periodo, seguida de Samsung, Xiaomi, Oppo y Vivo.
En el conjunto del año, Samsung se ha hecho con la primera posición, con un 21,6% del mercado, mientras que la segunda plaza ha ido a parar a Apple con un 18,8%, Xiaomi se ha alzado con el tercer lugar con un 12,7%, Oppo ha conseguido un 8,6% y Vivo un 8,2%.
FOTOGRAFÍA: SCREEN POST
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