Las ventas de teléfonos móviles han vuelto a descender durante los tres primeros meses del año y ya acumulan cinco trimestres consecutivos cayendo. De acuerdo a la firma de análisis de mercados Canalys, la bajada ha sido en esta ocasión del 12% interanual y ha afectado a la mayoría de fabricantes.
Samsung ha sido la empresa que más unidades ha vendido en dicho periodo, recuperando la primera plaza que cedió en el último trimestre del año pasado a Apple coincidiendo con el lanzamiento del iPhone 14.
El 22% de los smartphones que los consumidores hemos comprado durante los tres primeros meses del año han llevado el logo de la empresa surcoreana. Apple se ha situado en segunda posición con un 21%, seguida de Xiaomi con un 11%, Oppo con un 10% y Vivo con un 8%.
La situación es especialmente complicada en el segmento de los móviles de gama baja, donde ni siquiera las rebajas de precios están consiguiendo frenar los descensos. Una tendencia que difícilmente cambiará hasta que no se revierta la incerteza económica que está afectando a las capas más vulnerables de la sociedad y que está detrás de que el consumo se haya hundido.
La caída en la demanda global ha llevado a que las mayores firmas del sector reduzcan sus volúmenes de producción y prioricen deshacerse de los excesos de inventario que se acumulan en sus almacenes. Una decisión que ha afectado a los fabricantes de componentes como los módulos de memoria NAND o la RAM, que se han quedado sin pedidos millonarios de sus principales clientes.
Las previsiones indican que a finales del segundo trimestre podrían verse los primeros signos de recuperación y que, con la llegada del otoño, cabe la posibilidad de que el sector deje atrás los números rojos apoyándose en el interés que despiertan el 5G y los teléfonos plegables entre los consumidores.