Las ventas de smartphones en Europa han caído un 12% durante los primeros meses de este año si las comparamos con las que se obtuvieron en el mismo periodo del 2021. Con sólo 49 millones de unidades comercializadas, se trata del peor resultado desde principios del 2013.
La escasez de componentes, empeorada tras los confinamientos en China por la pandemia, la elevada inflación y la guerra en Ucrania son factores clave que han contribuido de manera significativa en este descenso en las ventas.
Si echamos un vistazo a las cifras, vemos cómo todas las grandes marcas han experimentado bajadas con la excepción de Realme. Samsung, por ejemplo, sigue siendo la empresa líder en ventas de teléfonos móviles en el continente, pero aún así ha descendido un 16% a pesar del lanzamiento del Galaxy S22.
Apple, la segunda marca más popular en Europa, ha perdido un 6% y ni siquiera la llegada del iPhone SE de tercera generación ha podido evitar el traspiés. Peor le han ido las cosas a Xiaomi, cuyas ventas se han hundido un 36%. Oppo, por su parte, se ha dejado un 8%. Como comentaba antes, sólo Realme ha evitado el descalabro generalizado y ha crecido un remarcable 67%.
La siguiente gráfica, elaborada por la firma de análisis de mercado Counterpoint Research, muestra la situación actual del mercado en Europa:
Los analistas creen que las cifras de ventas seguirán empeorando durante los próximos meses debido a que la escasez de materiales se agravará aún más si cabe por la invasión de Ucrania.