El sector tecnológico está sufriendo en sus carnes las consecuencias de la problemática situación económica que se vive a escala global y está teniendo que hacer frente, por primera vez en muchos años, a una caída sustancial en las ventas de sus productos.
La tendencia negativa está afectando a todo tipo de dispositivos electrónicos, desde teléfonos móviles, hasta tablets, pasando por televisores, relojes inteligentes o auriculares, pero si hay una categoría que está padeciendo especialmente el descenso en el consumo es el de los ordenadores.
Las bajadas están siendo, literalmente, históricas y no hacen sino empeorar trimestre tras trimestre. De acuerdo a un informe que acaba de presentar Mercury Research, durante los últimos tres meses las ventas de los procesadores x86 que equipan la práctica totalidad de PC han registrado el mayor batacazo en 30 años.
En dicho periodo, Intel ha seguido siendo el líder indiscutible en ventas, aunque su cuota de mercado ha seguido una tendencia decreciente al tiempo que AMD ha ganado terreno. Concretamente, se estima que casi el 30% de los ordenadores vendidos han incluido un chip de esta última compañía, un porcentaje que, aunque sigue estando muy lejos de los números que maneja Intel, supone un crecimiento significativo respecto al 23% que ostentaba apenas un año atrás.
Por lo que hace referencia al conjunto del último año, se estima que las ventas de chips para PC han alcanzado los 374 millones de unidades, lo que supone un descenso del 21% interanual. Unos resultados que han causado, a su vez, que los ingresos de los fabricantes hayan caído hasta los 65.000 millones de dólares, un 19% menos que el ejercicio previo.
La mayoría de analistas prevén que las ventas sigan en mínimos durante la primera mitad de este año, pero creen que a partir del verano podría producirse un punto de inflexión en el que las condiciones económicas mejoren y, con ello, también el consumo de productos tecnológicos.