En el primer trimestre de 2023 se han vendido 268,6 millones de teléfonos móviles en todo el mundo, un 14,6% menos que durante el mismo periodo del año pasado. Así lo señala la firma de análisis de mercados IDC en su último informe, en el que señala que se trata del séptimo trimestre consecutivo del sector con resultados negativos.
Tras casi dos años de descensos continuados, los fabricantes han disminuido sus niveles de producción para ajustarse a la demanda entre los consumidores y están centrando sus esfuerzos en reducir el exceso de inventario. Algo que, acorde a IDC, están consiguiendo poco a poco poniendo en marcha promociones que resulten atractivas para sus clientes.
Las bajadas han sido generalizadas en todas las regiones, con los países de la Unión Europea cayendo un 9,4%, Estados Unidos un 11,5%, China un 12% y Asia-Pacífico, Europa del Este y Oriente Medio entre un 17% y un 20%.
Las cifras desglosadas por IDC son muy similares a las que publicó la semana pasada Canalys, que calculó que las ventas de terminales móviles habían caído un 12% en el primer trimestre de 2023.
Los datos de ventas desglosados por compañía muestran cómo Samsung sigue siendo el mayor fabricante a nivel mundial a pesar de que sus ventas han caído un 18,9% interanual, seguida de Apple, que ha experimentado una contracción del 2,3%, Xiaomi, que se ha dejado un 23,5%, Oppo, que ha caído un 6,7% y, finalmente, Vivo, que ha perdido un 18,8%.
Las previsiones apuntan a que las ventas continuarán a la baja durante los próximos tres a seis meses, momento a partir del cual se espera que los resultados retomen una tendencia positiva que se debería consolidar conforme pase el tiempo y dar pie a subidas que podrían superar el 10% a finales de año o principios de 2024.