Los ciudadanos y turistas de Budapest que esta última semana hayan paseado por los alrededores de la Basílica de San Esteban han tenido la oportunidad de contemplar una torre única tanto por su altura como, especialmente, por los componentes que la conforman: piezas de Lego.
Ensamblada por niños en edad escolar que han contado para la ocasión con la ayuda de empleados de la propia Lego, ha alcanzado una altura de 34,75 metros, lo que le ha valido para convertirse, a ojos de representantes del Libro Guinness de los Récords, en la más alta erigida jamás con los conocidos bloques de la compañía danesa.
Ha superado por escasos centímetros a una torre de similares características que levantaron el año pasado un grupo de estudiantes en Delaware y que alcanzó los 34,44 metros de altura y también a otra que montaron en el 2012 en Corea del Sur y que se quedó en poco más de 32 metros.
En su construcción se han empleado 450.000 piezas de Lego, en uno de sus costados incluye el perfil del personaje de videojuegos Pac-Man y su cúspide está coronada por un cubo de Rúbik, una invención húngara.
FOTOGRAFÍA: nyuhuhuu