La NASA lanzó en octubre del año pasado la sonda espacial Lucy, cuya misión es estudiar ocho asteroides troyanos que orbitan alrededor de Júpiter. A tal efecto, durante los próximos doce años se aproximará a cada uno de estos cuerpos celestes y tomará imágenes de los mismos con la cámara de luz visible en alta resolución, el espectrómetro óptico y de infrarrojo cercano y el espectrómetro infrarrojo térmico que equipa.
Pero mucho antes de que eso se produzca, Lucy nos ha regalado esta espléndida imagen de la Tierra y la Luna. Fue tomada el 13 de octubre desde 1,4 millones de kilómetros de distancia como parte de una secuencia de calibración de sus instrumentos para asegurar que funcionan correctamente y permite apreciar en detalle la distancia a la que orbita la Luna respecto a la Tierra.
Son aproximadamente 384.400 kilómetros, una cifra minúscula comparada con la inmensidad del Universo pero gigantesca para el ser humano. De hecho, en el espacio que separa a la Tierra y la Luna cabrían todos los planetas del Sistema Solar colocados uno detrás del otro:
Basta con realizar una rápida suma para comprobar la veracidad de esta afirmación: Mercurio tiene un diámetro de 4.879 kilómetros, Venus de 12.104 kilómetros, Marte de 6.771 kilómetros, Júpiter de 139.822 kilómetros, Saturno de 116.464 kilómetros, Urano de 50.724 kilómetros y Neptuno de 49.244. El total es de 380.008 kilómetros, de manera que caben todos e incluso nos sobran 4.392 kilómetros.
De hecho, también podríamos incluir a Plutón y sus 2.390 kilómetros de diámetro a pesar de que la Unión Astronómica Internacional no lo considere un planeta como tal sino un planeta enano.