A lo largo de los últimos 12 meses han surgido muchas polémicas en torno a las licencias de Televisión Digital Terrestre que están otorgando las comunidades autónomas. Los grandes grupos mediáticos se juegan mucho dinero en el embite y están presionando de lo lindo a unos y otros. Por su parte, los políticos quieren conseguir el control de la opinión pública a través de unas cadenas serviles a sus intereses, por lo que sólo están agraciando con nuevos canales a las empresas que defienden una ideología -o unos intereses, váyase usted a saber- coincidentes con los suyos.
Pero a pesar de que en ciertos ámbitos políticos los cuchillos vuelan, la ciudadanía anda alejada de estas polémicas porque a nadie o casi nadie interesa la TDT. Sabemos que en un par de años comenzarán las desconexiones de la televisión analógica y deberemos adaptarnos a los cambios, pero como aún falta un tiempecito, todo esto nos trae al paño.
En cambio, en Japón las cosas son muy diferentes. De hecho, y a tenor de lo que relata Héctor García en su blog, la TDT está presente incluso en los teléfonos móviles. Pero lo más sorprendente, almenos para mí, es que este servicio lo vienen ofreciendo desde hace más de un año compañías como KDDI, Vodafone y NTT Docomo.
De hecho, ya hay canales que emiten sus contenidos pensando especialmente en aquellas personas que utilizan este tipo de dispositivos para ver sus programas favoritos cuando están fuera de casa. Para ello han adoptado la tecnología 1seg, que encapsula audio y vídeo en un stream MPEG2 y que es la utilizada por los teléfonos de última generación de la empresa KDDI, la líder del sector en Japón.