La sonda espacial Dawn ha enviado las imágenes más nítidas jamás tomadas sobre Ceres, un planeta enano ubicado entre las órbitas de Marte y Júpiter. Las fotografías han sido realizadas a una distancia de 237.000 kilómetros y suponen la antesala de la montaña de datos que va a ofrecer sobre este objeto celeste cuando empiece a orbitarlo a principios de marzo.
Las imágenes registradas por Dawn son un 30% más nítidas que las que hasta ahora había proporcionado el Telescopio Espacial Hubble y sugieren la existencia de cráteres repartidos por la superficie del planeta. También muestran la existencia de un punto de tonalidad blanca cuya naturaleza no ha sido determinada todavía por los científicos del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA que están a cargo de la misión.
Cuando Dawn entre el 6 de marzo en órbita alrededor de Ceres a una altitud inicial de 13.500 kilómetros mapeará el terreno y determinará la composición de su superficie, que se estima que podría contener agua en forma de escarcha. Bajo la misma se cree que hay una capa de hielo que algunos astrónomos consideran que podría albergar zonas con agua líquida.
Tras estos análisis iniciales, Dawn seguirá aproximándose a Ceres y el siguiente objetivo será orbitarlo a 4.430 kilómetros de altitud. Allí permanecerá durante 22 días, realizando fotografías tanto con luz visible como con el espectrómetro infrarrojo que lleva a bordo. A finales de julio descenderá hasta 1.480 kilómetros, desde donde realizará un nuevo mapeado del planeta durante los dos siguientes meses que nos permitirá contemplar su superficie con un mayor grado de detalle.
Finalmente, a finales de noviembre se aproximará a tan solo 375 kilómetros, desde donde recopilará información acerca de la gravedad de Ceres y activará el Detector de Rayos Gamma y Neutrones (GRaND) que equipa para estudiar la proporción de oxígeno, magenesio, aluminio, silicio, calcio, titanio y hierro que contienen las rocas de su superficie.