Desde mediados del año pasado, las ciudades holandesas de Eindhoven y Veldhoven están unidas, además de por carreteras convencionales, por una rotonda colgante muy especial: la primera de su tipo que se ha creado en todo el mundo específicamente para ser utilizada sólo por ciclistas.
Conocida con el nombre de Hovenring, su construcción se inició en febrero del 2011 para aliviar el creciente tráfico entre ambas urbes y mejorar la seguridad de los ciclistas, separándolos de los vehículos de motor en un país en el que el uso de las bicicletas está muy extendido entre la población.
La rotonda tiene un diámetro de 72 metros, está suspendida de un gran mástil central de 70 metros de altura con la ayuda de 27 cables de acero y, desde su inauguración, se ha convertido en una atracción para los turistas y curiosos que se acercan a esta zona de los Países Bajos.