Tal día como hoy de hace 2 años, un joven ingeniero informático llamado Kevin Systrom realizó una fotografía a este perro para probar la funcionalidad de una aplicación que estaba desarrollando junto con Mike Krieger, un compañero de estudios al que había conocido en Stanford.
Por aquel entonces apodaban al programa en el que estaban trabajando simplemente como Codename. No se imaginaban lo que tenían entre manos. Sólo 3 meses después, lanzaron esta aplicación en la App Store rebautizándola como Instagram y revolucionaron la manera en la que millones de personas comparten sus fotografías.
Actualmente, se estima que más de 50 millones de personas han utilizado Instagram desde sus smartphones y tablets para aplicar filtros a las fotos que toman y compartirlas posteriormente con sus contactos, ya sea a través de los servidores de este mismo software o mediante otras redes sociales como Facebook o Twitter.
Un éxito que ha convertido en multimillonarios a Systrom y Krieger, que en abril vendieron la empresa a Facebook por aproximadamente 1.000 millones de dólares. Una operación que, conviene señalarlo, está pendiente del visto bueno final de la Comisión Federal de Comercio estadounidense antes de poderse dar por cerrada de manera definitiva.