Nacido el 7 de marzo de 1765 en Chalon-sur-Saône, Joseph Nicéphore Niépce es un completo desconocido para el gran público. Una circunstancia chocante dado que este inventor francés ha pasado a los anales de la historia como el autor de la primera fotografía permanente de la que se tiene constancia.
Comenzó a experimentar en este campo en 1793, cuando apenas contaba con 28 años, pero a pesar de que en ocasiones lograba capturar imágenes, éstas se oscurecían rápidamente. No fue hasta 1825 cuando consiguió hacer la que es considerada como la primera fotografía de la historia. La realizó sobre un grabado del siglo XVII en el que aparece un hombre tirando de un caballo.
Sólo un año después hizo la primera fotografía en la que aparece un paisaje natural de fondo. Conocida como La cour du domaine du Gras, esta instantánea permaneció en el olvido durante décadas hasta que en 1952 Helmut Gernsheim la compró y Kodak realizó una copia. Desde 1973 los derechos pertenecen a la Universidad de Texas y en la actualidad se exhibe en el Harry Ransom Humanities Research Center, situado en la ciudad estadounidense de Austin.
Siguiendo con las curiosidades, la primera fotografía en la que apareció un ser humano fue tomada por Louis Daguerre a finales de 1838 o principios de 1839. La imagen se titula Boulevard du Temple y en ella sale un hombre en la esquina inferior izquierda que se está limpiando las botas.
Claro que aún debieron pasar muchos años para conseguir una instantánea en color. El autor de la misma fue James Clerk Maxwell, quien en el año 1861 dejó para la posteridad este humilde lazo de tela: