Con la llegada de la noche, la Península Ibérica prende fuego a ojos de los astronautas de la Estación Espacial Internacional. La iluminación de millones de viviendas y calles dibuja nítidamente su contorno y permite observar con precisión desde los 400 kilómetros de altitud a los que orbita este laboratorio espacial la ubicación precisa de las grandes urbes, representadas por los grandes focos de luz.
Así, en esta fotografía tomada por la Expedición 30 con una cámara Nikon D3S, se aprecia claramente la posición en el mapa de ciudades como Lisboa, Sevilla, Cadiz, Oporto, Madrid, Bilbao y, ya más al fondo, la cuenca mediterránea con Barcelona y Valencia a la cabeza.