El 5 de junio de 1764, el astrónomo francés Charles Messier divisó en la constelación de Sagitario, a unos 4.120 años luz de la Tierra, una nebulosa compuesta por tres lóbulos brillantes claramente diferenciados a la que bautizó con el nombre de Trífida.
En el centro de la nebulosa se encuentra un cúmulo abierto compuesto por más de 3.000 estrellas que se han formado a partir de las nubes de gas y plasma que integran esta región H II. El astro más brillante de Trífida es HD 164492A, una gigante azul que se estima que es más de 20 veces más masiva que el Sol.
Trífida presenta una inusual combinación de una nebulosa de emisión, que aparece representada en la imagen en tonos rojizos, una nebulosa de reflexión, que se aprecia en color azul, y una nebulosa oscura, cuyas franjas de polvo estelar en tonalidades negruzcas separan los diferentes lóbulos.
Esta nebulosa tiene una magnitud aparente de 6,3 y se puede observar con la ayuda de un telescopio no profesional. También es posible distinguirla realizando una fotografía de larga exposición, siempre y cuando ésta se haga en zonas alejadas de grandes núcleos urbanos que posean una baja contaminación lumínica.
FOTOGRAFÍA: DAVID DAYAG