Al sur del cinturón de Orión, a una distancia de 1.344 años luz de la Tierra, se encuentra una nebulosa difusa de 24 años luz de diámetro que alberga en su interior un cúmulo estelar con estrellas en formación, discos protoplanetarios, nubes interestelares y enanas marrones. Se trata de la Nebulosa de Orión.
Su brillo es tal que puede ser observada a simple vista, de manera que se ha convertido en uno de los objetos astronómicos más fotografiados. Fue descubierta por el astrónomo francés Nicolas-Claude Fabri de Peiresc y, en las décadas siguientes, Christiaan Huygens, Charles Messier o William Huggins publicaron documentos científicos acerca de la misma.
El hecho de que se encuentre relativamente cerca del Sistema Solar y que pueda ser observada con tanta nitidez ha llevado a que, con el transcurso de los años, los astrónomos la hayan utilizado para estudiar los procesos de formación estelar y hayan identificado más de setecientas protoestrellas en su interior.
El telescopio espacial Hubble tomó esta preciosa imagen de la Nebulosa de Orión, considerada como una de las más detalladas que se han obtenido jamás de una región del espacio. Para obtenerla tuvo que completar 104 órbitas durante el año 2005 y destinar todos los instrumentos científicos que equipaba para estudiar en profundidad la composición de la misma. El grado de detalle es tal que se pueden distinguir miles de estrellas, algunas de las cuales no habían sido observadas nunca hasta la publicación de esta fotografía.