En la constelación de Acuario, a 655 años luz de distancia, se encuentra una nebulosa planetaria que se formó gracias a los gases expulsados por una estrella similar al Sol. Conocida con el nombre de la nebulosa de la Hélice, tiene un radio de 2,87 años luz y se estima que apareció hace más de 10.000 años.
Fue descubierta en 1824 por el astrónomo Karl Ludwig Harding y se trata de una de las nebulosas más cercanas al Sistema Solar. En el centro de la misma hay una enana blanca, el remanente del astro que originó la nebulosa cuando agotó su combustible nuclear, abandonó su secuencia principal y se deshizo del plasma y gas ionizado de sus capas superficiales.
La nebulosa de la Hélice está formada por dos discos gaseosos casi perpendiculares entre sí que surgieron en dos periodos distintos. El exterior se formó hace unos 12.000 años, mientras que el interior se creó más recientemente, hace unos 6.600 años.
La imagen compuesta que encabeza este artículo es el resultado de diversas instantáneas superpuestas tomadas por la Cámara de Gran Angular 3 y la Cámara avanzada para sondeos que equipa el telescopio espacial Hubble, así como por el Observatorio Interamericano del Cerro Tololo.