A 7.500 años luz de distancia, en uno de los brazos espirales de la Vía Láctea, se encuentra una nebulosa de emisión conocida con el nombre de la nebulosa Corazón. Forma parte de la constelación de Casiopea y está compuesta mayoritariamente por hidrógeno ionizado rodeado por bandas de polvo más oscuras.
Fue descubierta el 3 de noviembre de 1787 por el astrónomo William Herschel. Se trata de una región H II gigantesca que posee un tamaño de 330 años luz de un extremo a otro y en la que se están formando estrellas de gran tamaño.
De hecho, su intenso color rojo es producto de la radiación que emana de un grupo de astros situados cerca de su zona central. Este cúmulo abierto, que es conocido con el nombre de Collinder 26, contiene algunas estrellas con masas que llegan a superar hasta en 50 veces a la del Sol.
Mientras tanto, las regiones en tonos azules y naranjas son el resultado de grandes concentraciones de oxígeno y azufre ionizados. Apuntar para acabar que su forma tan característica se debe precisamente a los vientos estelares procedentes de las estrellas de su núcleo.