En octubre del año pasado, científicos de la NASA descubrieron una enorme grieta de 25 kilómetros de longitud, 55 metros de anchura y 45 metros de profundidad en el glaciar de la Isla de los Pinos, que se encuentra situado en el oeste de la Antártida y que según un estudio realizado por investigadores británicos se está derritiendo a un promedio de 16 metros por año.
Ante la magnitud del hallazgo, enviaron un avión para que sobrevolara la zona y, con la ayuda adicional que les proporcionó el Radiómetro Avanzado de Emisión Térmica y Reflexión Espacial (ASTER), realizaron un mapeado tridimensional de la gigantesca endidura y comenzaron a elaborar una versión digital recreada por ordenador de la misma. He aquí el resultado de su trabajo:
Los científicos de la agencia estadounidense creen que si la grieta continúa extendiéndose de punta a punta del glaciar podría llegar a dar lugar al nacimiento de un nuevo y gigantesco iceberg con una superficie aproximada de 900 kilómetros2.
Por cierto: ¿el vídeo no os ha recordado a la mítica escena final de La Guerra de las Galaxias en la que Luke Skywalker se adentra con su nave en la Estrella de la Muerte y la destruye de un disparo que se cuela por la escotilla de ventilación que comunica con el sistema de reactores?