En la constelación Reticulum, a 35 millones de años luz de distancia del Sistema Solar, se encuentra la galaxia espiral barrada NGC 1559. Descubierta en 1826 por el astrónomo escocés James Dunlop, posee un núcleo activo con un brillo superficial muy elevado que genera líneas espectrales de emisión de gas ionizado.
La imagen compuesta superior es el resultado de la superposición de 10 instantáneas tomadas por el telescopio espacial Hubble entre 2009 y 2024. Las observaciones han sido realizadas en diferentes longitudes de onda, que van desde el ultravioleta hasta el infrarrojo cercano, pasando por la luz visible.
Ello permite apreciar detalles de la galaxia que de otra manera habrían pasado desapercibidos. Las zonas representadas en colores rojo y rosa intenso, por ejemplo, son regiones H II. Se trata de nubes de gas y plasma, que en algunos casos alcanzan tamaños de cientos de años luz, en las que se están formando estrellas gigantescas.
Antes de acabar, me gustaría mencionar que desde 1984 se han observado hasta cuatro supernovas en la galaxia NGC 1559. Denominadas SN 1984J, SN 1986L, SN 2005df y SN 2009ib, alcanzaron magnitudes de entre 12,3 y 14,7.