La Agencia Espacial Europea (ESA) ha creado el sistema de sonido más potente de todo el continente europeo. Situado en una sala de 11 metros de anchura, 9 metros de profundidad y 16,4 metros de altura que forma parte de las instalaciones que este organismo posee en Noordwijk, es capaz de rugir a más de 154 decibelios.
Ha sido diseñado para reproducir el sonido que generan los cohetes cuando despegan y atraviesan la atmósfera terrestre portando satélites, telescopios o sondas espaciales. Su diseño permite que al inyectar hidrógeno a través de los gigantescos altavoces que posee, se generen estruendos similares a los que se escuchan en las plataformas de despegue.
Su potencia es tal que los científicos de la ESA advierten que ningún ser humano podría sobrevivir si lo escuchase a su máximo volumen. De ahí que la sala en la que se encuentra disponga de un sistema de seguridad que impide que se activen los altavoces hasta que las puertas estén cerradas y no haya nadie en el interior.
La estancia está además reforzada en su parte externa por unos muros de cemento reforzado con acero para contener el ruido y cubierta en su interior por resina epoxi que refleja el sonido y genera un sonido uniforme dentro de la sala.