La Comisión Europea ha presentado un proyecto de ley que obliga a los fabricantes de teléfonos móviles y tablets a ofrecer a los consumidores piezas de recambio durante cinco años para todos los modelos que vendan.
Esta iniciativa, enmarcada en el Plan de Acción para la Economía Circular que puso en marcha la Unión Europea en 2020, pretende incentivar un uso eficiente de los recursos. En el caso de los smartphones y tablets, insta a las empresas del sector a que diseñen dispositivos duraderos, eficientes desde el punto de visto energético y que se puedan reparar, reutilizar y reciclar.
Si no surgen imprevistos, se espera que este borrador se apruebe antes de que acabe el año. Cuando eso suceda, los fabricantes deberán suministrar a tiendas de reparaciones y consumidores al menos 15 piezas de repuesto para que unos y otros puedan llevar a cabo los recambios que necesiten en caso de mal funcionamiento.
Cuando esta legislación entre en vigor, los ciudadanos de los países miembros de la Unión Europea podremos comprar baterías, cargadores, pantallas, carcasas y bahías para tarjetas SIM y microSD para cada teléfono y tablet que se lance a partir de entonces durante un periodo de cinco años.
En caso de que los fabricantes no puedan suministrar baterías durante cinco años para cada uno de los modelos que comercialicen, se verán forzados a pasar una serie de tests que demuestren que sus baterías siguen manteniendo un 80% de capacidad después de 1000 ciclos de recarga. Además, deberán demostrar que las actualizaciones de software que ofrecen para sus productos no tienen un efecto negativo en la duración de las baterías.
El objetivo final de este proyecto es defender el derecho de los consumidores a reparar los productos electrónicos que compran, lo que a su vez se espera que contribuya a aumentar el periodo de vida medio de estos dispositivos.
FOTOGRAFÍA: PHÚC KHANG MOBILE