En marzo del año 2004, la Comisión Europea sancionó a Microsoft con una multa récord de 497 millones de euros y estableció que debería vender sus sistemas operativos sin el reproductor Media Player instalado y tendría que proporcionar información a sus competidores para que estos pudieran comercializar productos optimizados para Windows. El objetivo que se perseguía era acabar con la posición de dominio de la empresa norteamericana y facilitar la libre competencia con otras compañías informáticas.
Como no podía ser de otra manera, la compañía de Bill Gates pagó la multa (será por dinero…) y aceptó vender en Europa versiones de Windows sin el reproductor multimedia Windows Media Player instalado. Pero a día de hoy todavía no ha facilitado la información que se les requirió acerca de su sistema operativo, por lo que la Comisión Europea ha emitido un comunicado tajante en el que advierten a Microsoft de que o cumplen con la totalidad de las sanciones que les impusieron hace año y medio o deberán afrontar multas de hasta 2 millones de euros diarios.
A partir de este mismo momento, la empresa estadounidense dispone de cinco semanas de plazo para proporcionar la documentación que le solicita la Comisión. Eso, claro está, si no entramos en otra batalla judicial que pudiera tardar años en resolverse.