La Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones ha decidido eliminar el sistema de precios regulados, conocido como ‘price cap’, que estaba en vigor desde agosto del 2000 y que limitaba enormemente las ofertas que podía ofrecer Telefónica a sus clientes.
Seis años atrás, la regulación de precios nació con el propósito de evitar que la antigua empresa pública aplastara a la competencia dentro de un sector que estaba dando sus primeros pasos en España. Desde entonces, la CMT ha ayudado a que Wanadoo, Ya.com y Jazztel pudieran crear su propia cartera de clientes y asentarse en el mercado al no permitir que Telefónica lanzara ofertas que el resto de compañías no podían ofrecer por ser anticompetitivas.
Asimismo, Telefónica se ha visto obligada a alquilar su red a dichas empresas para que estas pudieran ofrecer el ADSL a sus clientes. Todas ellas han podido acceder a la infraestructura de la multinacional española en unas condiciones muy ventajosas, por lo que el negocio ha sido redondo.
A cambio de todas estas prevendas, se suponía que las operadoras invertirían importantes sumas de dinero en crear sus propias redes para que en unos años no dependieran tanto de Telefónica. Pero a excepción de Jazztel y (últimamente) Ya.com, el resto de compañías de telecomunicaciones presentes en el mercado estatal han preferido recoger beneficios y dejar las inversiones en infraestructuras para más adelante.
Visto lo visto, la decisión de la CMT es de lo más coherente. Aún así, y habida cuenta de la diferencia abismal que todavía existe entre la cartera de clientes de Telefónica y del resto de operadoras, el organismo público ha avisado que no permitirá que la compañía española «comercialice ofertas minoristas, tanto generales como personalizadas, que impliquen riesgos para la libre competencia».