Este ultrasofisticado cuadro de mandos de diseño futurista que parece más propio de una película de ciencia ficción que de un vehículo real construido por el ser humano es en realidad la cabina de vuelo del Transbordador Endeavour, desde el que los astronautas de la NASA manejaron durante casi dos décadas la reentrada a la Tierra de una de las más sofisticadas piezas de ingeniería jamás diseñadas.
En activo desde el 7 de mayo de 1992 como sustituto del malogrado Challenger, y tras realizar 25 vuelos en los que permaneció 296 días en el espacio, completó 4.671 órbitas a nuestro planeta y recorrió la increíble cifra de 197.761.262 kilómetros, llevó a cabo su última misión entre el 16 de mayo y el 1 de junio del 2011.
Nunca más ha vuelto a partir rumbo al espacio. Tras aterrizar en el Centro Espacial Kennedy corrió la misma suerte que el resto de sus hermanos y fue retirado de manera oficial. A partir de ahora, quien quiera contemplar su imponente aspecto deberá dirigirse al California Science Center, el mayor museo dedicado a la ciencia de la costa oeste estadounidense, donde será expuesto de manera permanente desde el próximo 30 de octubre.