La distancia que separa a la Tierra de Júpiter varía constantemente debido a las órbitas elípticas que siguen ambos planetas alrededor del Sol. Pero aunque el gigante gaseoso se halla en su punto más cercano a nada menos que 588 millones de kilómetros de nosotros, ello no impide que con el material adecuado podamos observar su colosal figura acompañada de la de sus satélites.
Ello es precisamente lo que pone de manifiesto la fotografía que tienes unas líneas más arriba. En un cielo iluminado levemente por el resplandor de la Luna, se distingue claramente a Júpiter acompañado, de izquierda a derecha, por sus satélites Ganímedes, Europa, Calisto e Ío.