La Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial (JAXA) ha dado a conocer una iniciativa en la que está trabajando para poner coto en las décadas venideras a los problemas energéticos que padece el país asiático: la instalación de parques solares en el espacio. La ambiciosa propuesta recoge que los paneles se pondrían en órbita geoestacionaria alrededor de distintos puntos del planeta para facilitar la recolección de la energía procedente del astro rey durante las 24 horas del día..
Estas plataformas, situadas a 36.000 kilómetros de altitud, captarían la radiación solar y la transmitirían en forma de microondas a unas estaciones situadas en tierra firme que las convertirían en electricidad. Los físicos e ingenieros de la JAXA consideran que en el año 2030 podrían tener listo un sistema viable comercialmente de 1 Gigavatio si cuentan con una financiación adecuada.
Los desafíos que implica un proyecto de estas características son colosales, dado que una granja solar capaz de producir 1 GW tendría forzosamente un tamaño de varios kilómetros y un peso superior a las 10.000 toneladas métricas. Para construir una estructura de este tipo, ponerla en órbita y gestionarla se deberían mejorar además los conocimientos actuales sobre la transmisión de energía sin cables, el transporte y construcción de estructuras gigantescas en órbita y, finalmente, la generación y control de la energía en el espacio.
De ahí que Susumi Sasaki, un veterano investigador de la JAXA, haya manifestado al respecto que aunque la envergadura del plan lo convierte en un reto no sólo a nivel tecnológico sino también económico, los dividendos que puede ofrecer a las generaciones futuras son grandiosos.
En su opinión, si se consiguiera desplegar una flota de satélites diseñados para recopilar energía solar, la humanidad en su conjunto dispondría de energía casi ilimitada y se pondrían fin a los conflictos que desde hace décadas emergen de manera regular en diversas regiones del planeta por el control de los recursos energéticos.
Los beneficios para la salud del planeta también serían extraordinarios, ya que estas granjas solares en el espacio permitirían prescindir de instalaciones para la generación de energía eléctrica que desprenden grandes cantidades de partículas contaminantes a la atmósfera o que suponen un riesgo potencial muy grave para la población como las centrales nucleares o las termoeléctricas de ciclo convencional.