Hamid Fazeli, máximo responsable del programa espacial iraní, ha realizado unas declaraciones a la televisión oficial del régimen en las que ha señalado que entre finales de julio y principios de agosto van a lanzar un cohete Kavoshgar-5 con una cápsula de 285 Kg en la que viajará un mono a una altitud de 120 Km.
Fazeli considera que se trata de un paso que deben dar antes de afrontar mayores retos, entre los que destaca con luz propia el de llevar a un ciudadano de Irán al espacio, un logro que Teherán espera conseguir aproximadamente en el año 2020.
Este simio no va a ser el primer animal que la dictadura persa utilice de conejillo de indias para poner a prueba su tecnología espacial. El año pasado, sin ir más lejos, ya enviaron a ratas, tortugas y gusanos al espacio con la ayuda del Kavoshgar-3.
La determinación iraní por conquistar el espacio no acaba en este proyecto, puesto que el miércoles de esta misma semana lanzaron satisfactoriamente el satélite de observación Rassad-1, que orbita la Tierra 15 veces al día a 260 Km de altura y está previsto que tenga un ciclo de vida útil de unos 2 meses.
Claro que ninguna de estas iniciativas ha resultado tan curiosa como la que salió a la luz a finales de marzo, cuando la agencia de noticias estatal Fars News anunció que habían desarrollado un platillo volante no tripulado equipado con un sistema de pilotaje automático, GPS y 2 cámaras de 10 megapíxeles al que habían puesto por nombre ‘Zohal’ (Saturno en persa)