En el verano del 2011 Irán trató de enviar una cápsula de 285 Kg con un macaco Rhesus en su interior a 120 kilómetros de altitud con la ayuda de un cohete Kavoshgar-5, en lo que debía ser el primer paso de un proyecto a largo plazo con el que esperan llevar a un hombre al espacio a lo largo de la próxima década.
Aunque el régimen se negó a difundir detalles concretos de cuanto aconteció, meses después se supo que la misión había sido un fracaso. Un contratiempo que no ha puesto fin a la determinación de las élites persas, que mantienen su apuesta por el programa espacial y reiteran siempre que tienen oportunidad que seguirá adelante.
El último en hacerlo ha sido Hamidi Fazeli, jefe de la Agencia Espacial del país, que en unas declaraciones efectuadas en las últimas horas ha explicado que van a tratar una vez más de enviar un mono al espacio a bordo de una cápsula a la que ya han bautizado con el nombre de Pishgam, que en persa significa Pionero.
Al igual que sucedió un año y medio atrás, Fazeli no ha querido facilitar una fecha exacta para el lanzamiento, si bien ha matizado que se producirá a principios de febrero coincidiendo con el 24º aniversario de la Revolución Islámica que desembocó en el derrocamiento del Sah Mohammad Reza Pahlevi y la llegada al poder del ayatolá Jomeini. Sea como fuere, en unas semanas sabremos si este nuevo intento les ha salido bien o no.