Las empresas que diseñan chips basados en la arquitectura Arm podrán hacer uso a partir del año que viene del proceso Intel 18A que está implementando Intel Foundry Services, la división de fabricación de semiconductores de la empresa estadounidense.
Este nodo de 1,8 nanómetros se encuentra en una fase avanzada de desarrollo y, si no se producen retrasos inesperados, se prevé que esté listo para producir procesadores a gran escala a partir de la segunda mitad del año que viene.
Esta colaboración será posible gracias al acuerdo que han anunciado Intel y Arm, en el que se establece que optimizarán el proceso de fabricación Intel 18A para incrementar el rendimiento y disminuir el consumo de los chips Arm destinados a dispositivos móviles.
Más adelante, señala el comunicado conjunto, se contempla la posibilidad de extender esta alianza para la creación de soluciones para el Internet de las cosas (IoT), el sector aeroespacial y el del automóvil. A medio plazo, las mayores beneficiadas serán empresas como Qualcomm, que a partir del año que viene tendrán la oportunidad de acceder a este nodo de 1,8 nanómetros para fabricar las futuras generaciones de sus chips.
Por su parte, Intel da un paso más en su objetivo de convertirse en el segundo mayor fabricante de semiconductores del mundo, desbancando a Samsung por el camino. A mediados del año pasado ya acordó con MediaTek producir parte de sus procesadores, y este nuevo acuerdo no hace sino reforzar su candidatura. Mucho más difícil será siquiera acercarse a los niveles de producción de la taiwanesa TSMC, que es la empresa de referencia del sector con una cuota de mercado que se aproxima al 70%.