«Joel, soy Marty. Te estoy llamando desde un teléfono móvil, un terminal portátil real». Esas fueron las palabras que pronunció el ingeniero de Motorola Martin Cooper el 3 de abril de 1973 cuando llamó a su compañero y rival Joel Engel, que trabajaba en Bell Labs, en la que fue la primera llamada realizada desde un móvil. Hoy se cumplen 40 años de ese hito.
Cooper y Engel, como responsables de los programas de desarrollo de telefonía móvil en sus respectivas empresas, llevaban tiempo compitiendo por ver quién sería el primero en crear un prototipo funcional que pudiera emular las prestaciones de los terminales fijos pero que además tuviera la ventaja de ser portátil.
Esa enconada rivalidad fue la que precisamente llevó a Cooper a dedicar su primera llamada a Engel: quería demostrarle que el equipo que lideraba en Motorola había ganado el pulso y no encontró mejor manera de hacerlo que marcando su número en la unidad experimental que habían conseguido ensamblar para comunicárselo en persona.
El logro fue extraordinario, pero a pesar de ello fue necesaria una década adicional hasta que se puso a la venta el primer móvil. Desarrollado por la división de Motorola que comandaba Marty Cooper, recibió el nombre de DynaTAC 8000x y no se comercializó hasta el 6 de marzo de 1983.
Tenía unas dimensiones de 33 x 4,45 x 8,9 centímetros, pesaba 0,79 kilogramos, sólo podía realizar llamadas durante un periodo máximo de 30 minutos antes de que su batería dijera basta y luego se debía dejar 10 horas enchufado a la corriente para recargarlo. Pero si estos datos ya llaman la atención, qué decir de su precio: 3.995 dólares de la época, equivalentes a 9.209 dólares actuales si sumamos la inflación.
Una cuantía elevadísima que hizo de él un dispositivo sólo al alcance de los bolsillos más acaudalados y que limitó su adopción pero que no impidió que la telefonía móvil pusiera las bases que la conducirían a experimentar con el transcurso de los años un lento pero sólido crecimiento hasta convertirse en lo que es hoy, un mercado multimillonario que alimenta a colosos del tamaño de Apple, Samsung, Nokia o LG.