Un joven ruso que se encontraba en un centro comercial probando un Oculus Rift ha sido objeto de una broma por parte de sus amigos cuando, en el preciso momento en que la aplicación que se ejecutaba en el casco de realidad virtual le estaba haciendo sentir que se encontraba en el punto más alto de una colosal montaña rusa, uno de sus amigos le ha propinado un empujón. Su reacción ante lo que sus sentidos, engañados por Oculus Rift, le hacen creer que es un empellón que lo hace caer descontroladamente raíles abajo, es cómica