Esta semana han dado inicio las vistas del juicio que enfrenta a Google y Epic Games. Unas jornadas en las que se debe dirimir si el buscador utiliza prácticas que atentan contra la libre competencia cuando se queda con el 30% de las transacciones económicas que se realizan a través de las apps descargadas en Google Play.
Hoy ha subido al estrado Purnima Kochikar, una de las vicepresidentas de Google Play, que ha desvelado que en 2018 le ofrecieron 147 millones de dólares a Epic Games para que lanzase Fortnite en su tienda de aplicaciones.
Con esa cantidad, ha explicado la ejecutiva de Google, pretendían evitar un efecto contagio que podría haber provocado que otros desarrolladores se plantearan seguir el ejemplo de Fortnite y, en el futuro, no lanzaran sus creaciones en Google Play.
La oferta, que se habría pagado a plazos durante tres años, fue rechazada por Epic Games, que lanzó Fortnite en Android a través de su página web para evitar así tener que pagar comisiones a Google por cada paVo que adquiriesen sus jugadores.
La táctica no tuvo los frutos deseados, y Epic Games se topó con la dura realidad de que no estar presente en Google Play implica ser invisible para una parte muy sustancial de los usuarios de Android. Así las cosas, se vio forzada a publicar Fortnite en Google Play en 2020.
Ahora quiere sacar partido de la oferta que le realizó Google en su momento, y especialmente de los motivos detrás de esa propuesta, para demostrar en la corte de justicia que las tácticas de Google coartan la libre competencia. Y es que, según su opinión, ofrecer cantidades millonarias para evitar un «contagio» pone de manifiesto que Google utiliza prácticas monopolísticas.