El juicio que enfrenta a Google contra Epic Games por las comisiones que el buscador cobra a los desarrolladores por cada euro que generan sus apps para Android ha tenido hoy como protagonista a James Kolotouros, vicepresidente de Google.
El ejecutivo estadounidense ha sido cuestionado por los abogados de Epic Games acerca de los planes de Google de compartir parte de los ingresos generados por Google Play con algunos fabricantes de dispositivos móviles a cambio de que estos se comprometan a incluir esa tienda de aplicaciones en la pantalla de inicio de sus smartphones y tablets.
Los documentos presentados por la parte demandante ponen de manifiesto que Google se ha planteado ofrecer hasta el 16% de los ingresos de Google Play a un grupo selecto de fabricantes, y entre un 4% y un 8% a los que tienen una menor cuota de mercado.
Los representantes de Epic Games consideran que estas prácticas son contrarias a la libre competencia. Y, para reforzar su planteamiento, han hecho referencia al acuerdo que Google ha suscrito con Samsung para pagarle 8.000 millones de dólares en cuatro años a cambio de asegurarse que Google Play se incluye en la pantalla principal de sus móviles.
Kolotouros ha replicado que el acuerdo con Samsung se ha formalizado porque más de la mitad de las compras en Google Play se realizan desde terminales móviles de la compañía surcoreana. También ha apuntado que nunca han prohibido a Samsung instalar su propia tienda, conocida como la Galaxy Store, y que su intención no es acabar con la competencia, sino que pretenden evitar la fuga de una parte de su base de usuarios a los smartphones de Apple.