Google ha presentado en sociedad a Genie, una herramienta de inteligencia artificial generativa que puede crear entornos interactivos jugables en 2D con las imágenes, fotografías o bocetos que se le proporcionan. O, lo que es lo mismo, es capaz de diseñar videojuegos.
Ello abre la puerta a que se pueda dar forma a mundos virtuales sin tener conocimientos avanzados en programación o ilustración. Tan solo es necesario utilizar programas como Dall-E o Imagen2, que crean imágenes a partir de las instrucciones en lenguaje llano que se le proporcionan y, a continuación, suministrarle esas imágenes a Genie para que cree escenarios con los que se pueda interactuar.
Google afirma que Genie supone el inicio de una nueva era en la industria del entretenimiento, puesto que puede generar un número casi ilimitado de contenidos complejos siguiendo unas simples indicaciones. Una afirmación grandilocuente que, por una vez, no resulta exagerada.
Y es que, los avances que se están produciendo en el campo de la inteligencia artificial van a revolucionar muy pronto todo tipo de sectores y a hacer posible situaciones que sólo unos meses atrás habrían parecido propias de películas de ciencia ficción.
Sin ir más lejos, hace un par de semanas OpenAI presentó a Sora, una herramienta que puede crear vídeos fotorrealistas a partir de las descripciones que se le ofrecen. Además, está capacitada para generar fotogramas adicionales en vídeos ya existentes e, incluso, añadir nuevos contenidos en otros.
Los resultados que consigue son tan increíbles que resultan difícil de creer. Y, como sucede ahora con Genie, ponen de manifiesto el tremendo potencial que posee la inteligencia artificial, una tecnología que, nos guste o no, paulatinamente va a ir sustituyendo a los seres humanos en muchas tareas productivas.