Google considera desproporcionado el sistema de los 3 avisos

En un intento desesperado por acabar con el intercambio de archivos a través de las redes P2P, el gobierno francés propuso hace año y medio que se desconectara a los internautas que, tras recibir 3 avisos, siguieran descargándose archivos con este tipo de programas. La idea ha sido copiada por países tan diversos como Reino Unido, Nueva Zelanda, Irlanda, Australia y está siendo estudiada por otros como España.

Ante esta tesitura, Google ha explicado el punto de vista que mantiene respecto a este tema: el sistema de los 3 avisos -o «respuesta gradual» como eufemísticamente lo llaman quienes están interesados en que se aplique- es desproporcionado, sobre todo si se tiene en cuenta que para dejar a un usuario sin conexión a Internet basta con que una discográfica o una entidad gestora de los derechos autor lo solicite, sin que sea necesario la intervención de un juez.

En la práctica, la indefensión de los internautas es más que evidente por más que los sellos musicales repitan una y otra vez que los sistemas que utilizan para detectar a quienes supuestamente se bajan sus canciones, con la ayuda inestimable de los proveedores de acceso a la Red, son infalibles.

En aquellos países en los que esta normativa ha entrado en funcionamiento, como es el caso de Nueva Zelanda, una parte de los ISP se han prestado a colaborar con la industria discográfica para evitar demandas multimillonarias, pero otros, en cambio, están mostrando su oposición al plan ya que temen ganarse la antipatía de la ciudadanía y perder clientes y dinero a espuertas.

Centrándonos en el caso español, todo parece indicar que el gobierno está trabajando con el sector del cine, de la música, las entidades de autor y las telecos para implantar el sistema de los 3 avisos. Claro que para llevar a cabo el anhelado sueño de la SGAE, antes se debería reformar la ley de propiedad intelectual para abolir el canon, que se estableció años atrás para compensar a los autores por las copias privadas que se realizan. Y es ahí donde me entran las dudas, ya que me resulta difícil de creer que Teddy Bautista, Ramoncín y compañía vayan a renunciar al maná que supone este impuesto por las buenas.

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