La noticia del fin de semana ha sido, indudablemente, la compra de DoubleClick por parte de Google, que ha desembolsado 3100 millones de dólares en efectivo para hacerse con esta empresa especializada en la publicidad online. Para que os hagáis una idea, es casi el doble de lo que pagó el año pasado por la archiconocida YouTube.
Con este movimiento, el buscador mata dos pájaros de un tiro: para empezar, afianza su posición de dominio en el negocio de la publicidad en Internet adquiriendo una compañía líder en el segmento de los anuncios gráficos; por otra parte, deja en fuera de juego a Microsoft, que había llegado a ofrecer 2000 millones de dólares para hacerse con DoubleClick, pero que no ha tenido más remedio que retirarse de la puja ante la oferta presentada por Google.
Tras un desembolso de este tipo, lo lógico sería pensar que Larry Page y Sergey Brin no comprarán ninguna otra empresa o servicio en una buena temporada, pero tratándose de Google todo es posible. Más aún si tenemos en cuenta que Bloomberg ha publicado que el buscador tiene en nómina a 15 personas que se dedican exclusivamente a buscar, estudiar y analizar los proyectos más prometedores que van surgiendo en la Red para, llegado el caso, comprarlos si consideran que cuentan con suficiente potencial.
La cifra de la que disponen para irse de shopping es de, atención, ¡11.000 millones de dólares en efectivo! (7900 si restamos los 3100 que se han gastado en DoubleClick). Ya hay quien pronostica que a este paso Google acabará comprando Internet. No será para tanto