Google Base, el servicio de clasificados que lanzó el gigante de Internet la semana pasada, se ha llenado de contenido pornográfico en apenas unos días.
La idea de Google era que los internautas pudieran utilizar este producto para colgar cualquier tipo de información que consideraran útil: desde coches de segunda mano hasta ofertas de trabajo, pasando por conferencias, cursos académicos, noticias, artículos varios, currículums, etc.
Desde el primer momento, Google permitió que se incluyera material para adultos confiando que su tecnología conseguiría que los usuarios del servicio no accedieran al contenido sexual si no configuraban el buscador expresamente para que incluyera este tipo de resultados. Pero un error técnico ha provocado que las búsquedas de Google Base arrojen multitud de enlaces a sitios pornográficos, lo que ha provocado la indignación de multitud de asociaciones y particulares.
Nate Tyler, portavoz de Google, ha explicado a la prensa que «tuvimos constancia del problema ayer por la tarde y actuamos rápidamente para solventarlo». Como sucede siempre en estos casos, la compañía norteamericana no ha proporcionado más datos acerca del porqué se ha producido esta incidencia.