Google ha anunciado que, a principios del año que viene, AdSense empezará a basar los pagos en el número de impresiones de sus anuncios en lugar de hacerlo en función de los clics que los visitantes de los sitios web realizan sobre los mismos.
Se trata del cambio más sustancial que se ha producido en este servicio desde que apareció veinte años atrás. Actualmente, la mayor parte de los ingresos de AdSense proceden de los clics, seguidos a gran distancia por las impresiones y, en último lugar, por las impresiones visibles que aparecen en pantalla durante un segundo como mínimo. Pese a ello, Google ha señalado que no espera que haya variaciones significativas en las ganancias de las páginas.
La multinacional estadounidense ha explicado que también va a modificar su estructura de reparto de ingresos para que las comisiones no se procesen en una única transacción. Con ello quiere que haya más transparencia y que las partes implicadas posean más información acerca de cómo funciona el sistema.
Los editores que publiquen anuncios de AdSense podrán visualizar el porcentaje que se queda Google y el que va parar a manos de las plataformas publicitarias a las que pertenezcan los anuncios que aparezcan en sus webs. Aún así, Google ha dejado claro que estas últimas seguirán recibiendo el 68% de los ingresos generados, la misma proporción que en estos momentos.