¿Una fotografía preciosa verdad? Uno podría pensar que ha sido realizada por la NASA o la ESA utilizando un cohete o un globo meteorológico y que el material empleado ha costado varios millones de euros, pero nada más lejos de la realidad. Tan sólo han sido necesarios un pequeño globo de helio de 1 metro de diámetro, una cámara digital barata de las que se pueden conseguir en cualquier centro comercial, un dispositivo GPS, un circuito integrado casero y una rudimentaria caja envuelta en un aislante término. En total, unos 550 euros.
El responsable de este pequeño milagro, que incluso ha llamado la atención de la NASA, es Robert Harrison, un director de TI británico de 38 años que desde hace unos años viene dedicando su tiempo libre al diseño y fabricación de este tipo de globos, que pueden ascender a unos 35 Km de altura, en plena estratosfera.
Gracias a software libre descargado de Internet, ha ideado un sistema que reprograma la cámara y hace que ésta realice 8 fotografías y grabe un vídeo en intervalos de 5 minutos.
A medida que el globo va tomando altura, la presión disminuye, lo que hace que éste se expanda y llegue a alcanzar un diámetro de hasta 20 metros. Finalmente explota y la caja en la que van protegidas la cámara, el circuito electrónico y el GPS comienzan a descender con la ayuda de un pequeño paracaídas. Este último dispositivo le permite seguir su progresión y localizarlos una vez tocan tierra.
En la cuenta de Flickr de Robert Harrison tenéis a vuestra disposición decenas de imágenes y vídeos que ha ido recopilando en los últimos 2 años con los globos que ha lanzado.