Cuando en junio del año 2007 Apple puso a la venta el iPhone original, el mundo de la telefonía móvil cambió para siempre. De la noche a la mañana, un sector en el que parecía que todo estaba inventado y en el que pesos pesados de la industria hoy venidos a menos como Nokia, BlackBerry o Motorola registraban ventas millonarias acabó patas arriba.
Su sistema operativo, creado con mimo para sacarle el máximo partido a una -para los estándares de aquellos días- gigantesca pantalla táctil abrió un nuevo mundo de posibilidades a los aficionados a los gadgets. Donde hasta entonces otros fabricantes sólo habían visto barreras insalvables, la empresa californiana avistó la oportunidad de ofrecer a los consumidores una experiencia de uso única y creó un dispositivo revolucionario.
Aun con sus limitaciones, que las tenía -sólo 2G, cámara de fotos muy limitada-, el iPhone se alzó con el título honorífico de mejor smartphone de la época. Con diferencia además. Pasados 6 años, hay muchos que opinan que todavía lo sigue siendo. Puede que tengan razón, pero sea como fuere, lo cierto es que actualmente las diferencias se han hecho menos evidentes que antes.
En tiendas físicas, portales de anuncios clasificados online, sitios de subastas en Internet o a través de las mismas compañías de telefonía móvil podemos conseguir modelos de unas características y prestaciones equiparables a las del iPhone 5S. El elegir entre uno y otro se ha convertido, ahora más que nunca, en una cuestión de preferencias personales.
Hay, por ejemplo, quienes prefieren los terminales con pantallas en torno a las 5 pulgadas y resoluciones de 1080p, como sucede con muchos de los modelos de Android actuales como por ejemplo el Samsung Galaxy S4, el HTC One o el Nexus 5. Para otros, lo primordial es poder llevar en el bolsillo un dispositivo que incorpore una gran cámara, como es el caso del Nokia Lumia 1020 y su óptica de 41 megapíxeles.
El disponer de más y mejores aplicaciones que nadie es un punto de vital importancia para muchísimos usuarios, y ahí quien se lleva la palma sigue siendo iOS. Y qué decir de la duración de la batería, que ha pasado de ser algo a lo que pocos prestaban atención a convertirse en uno de los datos que más valora un número creciente de consumidores antes de realizar su siguiente compra. Ahí destacan los móviles más grandes, también conocidos como phablets, que tienen como representantes más conocidos al Samsung Galaxy Note 3, al LG G2 o al Nokia Lumia 1520.
Como se puede ver, la variedad y la calidad de las opciones disponibles en el mercado es muy elevada y la decisión final sobre qué móvil comprar, teniendo en cuenta que la mayoría tienen precios de venta al público muy similares, depende de los gustos personales de cada cual.