El regulador europeo de la competencia ha decidido retrasar la publicación de su decisión sobre la compra de Activision Blizzard por parte de Microsoft después de los acuerdos que esta última ha puesto encima de la mesa con otros competidores como Nintendo, Nvidia, Boosteroid o Ubitus.
En el caso de Nintendo, el contrato firmado establece que Call of Duty se publicará en sus consolas durante los próximos diez años en las mismas fechas y con los mismos contenidos que las versiones para Xbox y PC.
Mientras tanto, Nvidia, Boosteroid y Ubitus van a poder utilizar en sus servicios por streaming los juegos para ordenador desarrollados por los estudios propiedad de Microsoft, incluido CoD, durante idéntico periodo de tiempo.
El fallo de este órgano que forma parte de la estructura de la Comisión Europea estaba previsto que llegase el 25 de abril, pero ahora se va a posponer casi un mes y no se dará a conocer hasta el 22 de mayo.
Fuentes próximas a las deliberaciones señalan que el dictamen será probablemente favorable a los intereses de Microsoft, después de que haya demostrado con hechos que no va a hacer de Call of Duty una franquicia exclusiva para sus consolas, sino que la va a poner a disposición de más jugadores y en más plataformas que nunca.
De hecho, a fecha de hoy, la única compañía que se sigue oponiendo firmemente a la adquisición es Sony, que considera que en caso de completarse se dañaría de manera irreparable a la industria. El resto de competidores que han sido consultados por la Comisión Europea, o bien no han presentado objeciones, o se han mostrado favorables a que siga adelante.