Microsoft lanzó Game Pass con el claro objetivo de revolucionar el sector de los videojuegos ofreciendo un servicio de suscripción que permite jugar a cientos de títulos pagando una cuota mensual, un modelo muy similar al de plataformas por streaming como Netflix o Disney+.
Su llegada no estuvo exenta de polémica, ya que hubo quienes apuntaron que se trataba de un servicio difícilmente sostenible en el tiempo, ya que las cantidades que Microsoft debía pagar a los desarrolladores de los videojuegos disponibles en Game Pass superaban por mucho a los ingresos que se esperaba que generase con las cuotas de sus abonados.
Según cálculos estimativos que se han ido publicando en los últimos años, se cree que Game Pass debería tener un mínimo de 50 millones de suscriptores para no perder dinero. Microsoft confirmó en enero que contaba ya con 25 millones, de manera que está a medio camino, pero desde entonces no ha vuelto a publicar ningún detalle adicional acerca de la evolución en su base de usuarios ni de las ganancias que obtiene del mismo.
Ello no ha impedido que estos datos hayan acabado saliendo a la luz. Y lo han hecho, además, de la manera más inesperada, puesto que ha sido el Consejo Administrativo de Defensa Económica (CADE), el regular antimonopolio brasileño, quien ha revelado esta información.
Lo ha hecho a través de un documento publicado en su web en el que aprueba la compra de Activision Blizzard por parte de Microsoft y que incluye la información que ésta última le facilitó para justificar tal adquisición y demostrar que no posee un posición de dominio en el mercado de los videojuegos.
En uno de los párrafos, se detallan los ingresos que consiguió la división de videojuegos de Microsoft a lo largo del último año. Según la multinacional estadounidense, Xbox generó en el último ejercicio 16.280.000 millones de dólares, de los cuales 2.900 millones corresponden a Game Pass. Es decir, que este servicio de suscripción supone el 17,8% de los ingresos totales de Xbox.
Es importante señalar que estas cantidades incluyen a los usuarios de consolas Xbox pero no a los de PC. Aunque estos últimos son claramente minoritarios en Game Pass, la suma de sus suscripciones y de los gastos que realizan comprando microtransacciones en los juegos de este servicio elevarían aún más las cuantías que se incluyen en el informe de CADE.
También es conveniente remarcar que estas cifras reflejan únicamente los ingresos que obtiene Microsoft gracias a Game Pass, pero no los gastos que le comporta. Una partida esta última que, a buen seguro, será muy elevada, ya que que las productoras de videojuegos cobran cantidades muy sustanciales por permitir que sus títulos aparezcan en esta plataforma.