Es la pregunta que me ha venido a la cabeza de inmediato tras observar la fotografía que encabeza el artículo. ¿Realmente los océanos de nuestro planeta están habitados por esta criatura gigantesca cuyas formas recuerdan a los dragones de la mitología asiática o a personajes de películas de fantasía como El Viaje de Chihiro o La Historia Interminable? ¿O acaso se trata de una imagen que ha sido retocada digitalmente con Photoshop o algún programa similar?
Pues bien, lo cierto es que este pez lampriforme existe. Y tal y como se puede observar en la foto, cuando llega a la edad adulta alcanza longitudes formidables. Se le conoce con el nombre de Regalecus glesne o pez remo gigante, se encuentra en todas las regiones templadas y tropicales y se han llegado a divisar ejemplares de 17 metros de largo y 300 kilogramos de peso, circunstancia que lo convierte en el mayor pez óseo del mundo.
Pez Remo Gigante capturado en 1996 por soldados estadounidenses en el Océano Pacífico
Pese a su tamaño, tiene una boca pequeña sin dientes visibles y no resulta una amenaza para el hombre. Su aleta dorsal, de color rojo o rosado, comienza a la altura de los ojos y llega hasta la cola. Los individuos adultos cuentan con hasta 400 espinas, la primera docena de las cuales son significativamente más alargadas que las demás y, al estar situadas sobre la cabeza, dotan al animal de este peculiar aspecto.
Raramente observado, suele estar a profundidades de entre 300 y 1000 metros. De hecho, en los últimos dos años sólo se han producido 5 avistamientos de ejemplares con vida en localizaciones tan diversas y alejadas entre sí como Suecia, México (en 2 ocasiones), Taiwán y las Filipinas.