Tim Sweeney, CEO de Epic Games, ha anunciado que van a cambiar la estructura de precios que cobran a quienes hacen uso de Unreal Engine. A partir del año que viene, ha explicado, los sectores ajenos al desarrollo de videojuegos deberán adquirir una licencia para poder utilizar este motor gráfico.
Actualmente, Epic Games distribuye gratuitamente Unreal Engine y, a cambio, se queda con un 5% de lo que genera cada juego una vez sus ingresos superan el millón de euros. El problema de esta estrategia es que hay industrias ajenas a los videojuegos que también aprovechan las ventajas que ofrece este software para crear programas de uso interno. Y, como esas piezas de software no se acaban comercializando, Epic Games no obtiene ningún beneficio económico en tales escenarios.
Así las cosas, Sweeney ha remarcado que con la llegada de 2024, las empresas que no se dediquen a la producción de videojuegos deberán comprar una licencia por cada empleado que haga uso de Unreal Engine. Se trata de un patrón similar al que siguen otras compañías como Adobe, por ejemplo.
Esta decisión se produce unos días después de que Epic haya despedido al 16% de su plantilla para contener el capítulo de gastos. Una medida que ha comportado el adiós de más de 800 trabajadores pero que, según Sweeney, no va a afectar a sus líneas de negocio fundamentales, centradas en el desarrollo de nuevos contenidos para Fortnite, Rocket League y Fall Guys.
Algo que, todo sea dicho, ha quedado en entredicho después de que se haya sabido que Mediatonic, el estudio detrás precisamente de Fall Guys, se ha visto afectado de pleno por los despidos, hasta el punto de que, tras perder a una parte significativa de sus empleados, se ha planteado cerrar sus puertas.