Epic Games, la compañía detrás de Fortnite, el motor gráfico Unreal Engine y la Epic Games Store, ha anunciado que va a despedir a 830 empleados, el 16% de su plantilla actual. Como parte de esta reestructuración, va a vender Bandcamp, una plataforma de distribución de audio en línea, y va a crear una escisión de SuperAwesome, una firma de marketing que adquirió en 2020.
Tim Sweeney, CEO de Epic, ha indicado que se trata de una medida encaminada a reducir costes después de llevar tiempo gastando mucho más de lo que ganan. En un memorándum enviado a los trabajadores, ha explicado que tiempo atrás pensó que podrían superar esta situación sin despidos, pero que en retrospectiva considera que su posición no fue realista.
A pesar, ha insistido, de haber tratado de reducir los gastos operativos frenando las contrataciones y recortando los desembolsos en marketing y eventos, los resultados económicos que estaban obteniendo se situaban lejos de la sostenibilidad financiera. Así las cosas, considera que esta reestructuración contribuirá a estabilizar las finanzas del grupo.
Sweeney ha remarcado que los despidos no van a afectar a sus líneas fundamentales de negocio y que la mayoría de personas que van a perder sus puestos de trabajo estaban asignadas a proyectos que la compañía no consideraba vitales. A tal efecto, Epic va a seguir centrada en el desarrollo de la próxima temporada de Fortnite, que se ha consolidado como su fuente más importante de ingresos.
Un juego que en las últimas horas ha sido noticia después de que se haya dado a conocer que va a subir el precio de los paVos, las monedas virtuales que utilizan sus jugadores, y de las ofertas de packs que se adquieren con dinero real. Los incrementos van a oscilar entre el 12% y el 15% y se deben, ha indicado Epic, a la inflación y a las fluctuaciones monetarias. Pese a dicha justificación, resulta difícil no asociar tal medida a la delicada situación de la compañía y a los despidos anunciados hoy.