Twitter ha modificado las normas de uso para los desarrolladores y ha introducido un punto en el que establece que a partir de ahora no va a permitir que «se cree o intente crear un sustituto o un servicio similar a la app oficial de Twitter». Basándose en ello, ha bloqueado el acceso a su API a todos los clientes creados por terceros.
Una decisión muy cuestionable que la empresa californiana ha tomado debido a que considera que esos programas le hacen la competencia a la app oficial, le restan audiencia y, desde el punto de vista de Elon Musk, también ingresos publicitarios.
Este anuncio se produce apenas una semana después de que clientes tan conocidos como Twitterific o Tweetbot dejasen de funcionar sin motivo aparente. Tras unos días en los que ningún representante autorizado quiso aclarar qué estaba sucediendo, la cuenta oficial de Twitter publicó un mensaje indicando que ello se debía a que estaban haciendo cumplir las políticas de uso de sus librerías.
Lejos de calmar los ánimos, este aviso provocó una ola de críticas por parte de muchos desarrolladores, que remarcaron la falta de claridad de las normas y solicitaron una aclaración sobre qué condiciones en concreto habían incumplido. Al mismo tiempo, señalaron que sus clientes habían funcionado sin problemas durante años, que nunca antes habían recibido queja alguna por parte de Twitter y culparon a Elon Musk por lo sucedido.
El descontento no ha hecho sino crecer conforme han pasado los días, lo que ha llevado a que Twitter modifique ahora sus normas de uso para prohibir, de manera tajante, las apps de terceros. Un cambio drástico que ha provocado que algunas hayan anunciado su adiós.
Las consecuencias van a ser importantes, ya que muchos creadores se van a quedar sin su fuente habitual de ingresos y millones de personas sin los programas que durante años han utilizado para acceder a esta red social.