Electronic Arts ha cerrado la compra de la desarrolladora de videojuegos británica Codemasters por 1.200 millones de dólares. Desde hacía semanas se venía apuntando a que Take-Two Interactive, la empresa detrás de Grand Theft Auto, Red Dead Redemption, BioShock o NBA 2K, se iba a hacer con este estudio por unos 870 millones de dólares, pero EA se le ha adelantado ofreciendo una suma considerablemente superior.
Se trata del desembolso más elevado que ha realizado nunca Electronic Arts para adquirir otro estudio de videojuegos. Hasta ahora, el récord estaba en los 750 millones de dólares que en 2011 pagó por PopCap Games (Bejeweled o Plants vs Zombies) y los 315 millones por Respawn Entertainment (Titanfall, Apex Legends o Star Wars Jedi: Fallen Order).
La operación, que se cerrará de manera formal a principios de 2021, va a permitir a EA ampliar su catálogo de juegos de carreras. Y es que Codemasters está detrás de franquicias ligadas al motor tan conocidas como Formula One, Dirt, Grid y Project Cars. De ahora en adelante, todas ellas pasarán a llevar el logo de EA, junto a títulos similares que también son propiedad del gigante estadounidense como Need for Speed, Burnout o Real Racing.
Se trata de un género cuyas ventas están creciendo en los últimos años y Electronic Arts ve en el mismo una oportunidad para diversificar sus fuentes de ingresos, que históricamente han sido muy dependientes de sus franquicias deportivas, con FIFA y Madden NFL a la cabeza.
Al respecto de esta adquisición, Gerhard Florin, presidente de Codemasters, se ha mostrado muy satisfecho y ha manifestado que «ambas compañías comparten una ambición común para liderar el género de los videojuegos de carreras». De manera similar se ha expresado Andrew Wilson, CEO de Electronic Arts, quien ha indicado que «con la ayuda de la tecnología de EA y el alcance global que tiene, esta compra va a permitir que nuestras franquicias crezcan y ofrezcan experiencias de primer nivel a nuestros seguidores».