Del conjunto de nuevas funcionalidades que Apple ha incorporado en el iPhone 5S, la que probablemente más ha dado que hablar y sobre la que más artículos se han escrito ha sido Touch ID, un sensor de identidad por huella que permite desbloquear el smartphone poniendo el dedo en el botón de inicio.
No es sólo una vía más rápida de acceder al móvil; también abre la puerta para que a no mucho tardar podamos identificarnos en todo tipo de servicios online de manera cómoda y segura sin tener que introducir, como hasta ahora, las típicas contraseñas que muchas veces se nos acaban olvidando.
El problema es que, contrariamente a lo que Apple ha venido reivindicando desde la presentación del iPhone 5S, Touch ID parece que dista mucha de ser un sistema seguro. Tanto es así que apenas unas horas después de la comercialización de este terminal aparentemente ya ha sido hackeado.
Y lo más preocupante es que para superar las barreras de seguridad implementadas por la empresa californiana en el Touch ID no ha sido necesario recurrir a un sistema extremadamente complejo.
Tal y como se puede apreciar en el siguiente vídeo, basta con hacer una fotografía en alta resolución de una huella dactilar que el propietario del terminal haya dejado marcada, por ejemplo, sobre la superficie de un cristal, imprimirla, marcarla a continuación sobre una lámina de látex y colocar esta última sobre el sensor para desbloquear el iPhone 5S:
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