Un grupo internacional de astrónomos ha hallado las moléculas de hielo más frías jamás detectadas hasta la fecha con la ayuda del telescopio espacial James Webb. Además de agua en estado sólido, han descubierto compuestos congelados de amoníaco, metano, sulfuro de carbonilo y metanol.
El hallazgo se ha producido en la nube molecular oscura de Camaleón I, una región situada a 630 años luz de la Tierra en la que se están formando decenas de estrellas jóvenes. Se trata del censo más completo que se ha realizado hasta el momento de moléculas en forma de hielo que en el futuro, conforme aumenten de tamaño y se incremente paulatinamente su temperatura, servirán de base para la creación de astros y planetas.
Los investigadores que han participado en este proyecto apuntan que las observaciones realizadas van a permitir entender los procesos de formación de las moléculas simples y complejas que se precisan para dar lugar a entornos en los que se puedan desarrollar los componentes básicos de la vida.
La imagen superior ha sido tomada por la NIRCam, una cámara de infrarrojo cercano que equipa el telescopio espacial James Webb, y en la misma se aprecian las partículas heladas de la nube molecular de Camaleón I en tonos azules, mientras que las zonas naranjas tienen su origen en el resplandor procedente de las estrellas situadas detrás de dicha nube.